La vivienda: un factor subestimado en los planes de recuperación económica nacionales
En el Día Internacional del Hábitat queremos contribuir a la reflexión sobre el rol y el valor actual y potencial de la vivienda en la recuperación de las economías más afectadas como resultado de la actual pandemia. Según un Informe de Hábitat para la Humanidad Internacional que se publica hoy, se revela que los países subestiman la contribución de la vivienda al PBI. En este sentido, la reactivación económica por medio de ese sector cumpliría un doble objetivo: proporcionaría mejoras en las condiciones de los hogares y en la salud de las comunidades.
Buenos Aires, 5 de octubre de 2020. Hace más de 30 años, cuando las Naciones Unidas designó el primer lunes de cada octubre como el Día Mundial del Hábitat, jamás hubiésemos imaginado la importancia que una vivienda segura y digna tendría hoy frente a la pandemia del COVID-19, reflexiona Jonathan Reckford, CEO de Hábitat para la Humanidad Internacional.
Según datos de la CEPAL, en América Latina y el Caribe, casi 100 millones de personas (21 % de la población urbana) vive en pobreza, en viviendas no adecuadas o asentamientos, con poco acceso a agua potable y saneamiento.
En nuestro país, según los resultados del primer semestre 2020 de la Encuesta Permanente de Hogares publicada por el INDEC*, los resultados correspondientes al total de aglomerados urbanos registraron que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 30,4%; en estos residen el 40,9% de las personas.
El equivalente en déficit habitacional de estas cifras permite constatar que al menos tres millones y medio de hogares no cuentan con una vivienda adecuada. El déficit es cuali-cuantitativo, por lo que a esto se le suman construcciones deficitarias, inseguras, viviendas sin servicios (agua, luz, gas) o sin conexión adecuada y distintos grados de hacinamiento.
En cuanto a las personas que alquilan, se encuentran temporalmente resguardadas de incrementos y desalojos por el DNU hasta el 31 de enero del 2021, pero de todos modos se constatan distintos tipos de vulnerabilidades y una degradación en la calidad de vida en varios sectores.
En qué puede contribuir la vivienda
El marco de esta fecha nos permite visibilizar los resultados de este informe y reflexionar al respecto. Hábitat para la Humanidad publica hoy el informe “Cornerstone of Recovery” en el cual la organización logra reflejar la contribución real de la vivienda en el PIB mediante el uso de estándares de cálculo aceptados internacionalmente.
El objetivo es dimensionar en las economías el papel de la vivienda, representando tanto la inversión como el consumo de vivienda. Para ello, se examinaron a detalle los datos del PIB de 11 países y se analizó si realmente el sector vivienda podría apoyar en la recuperación económica en el mundo, tomando en cuenta que al mismo tiempo en el que se activaría la economía, se estarían mejorando los hogares de bajos ingresos a viviendas más seguras y saludables y así, ayudar a disminuir la propagación del COVID-19. En nuestra región solo está reflejado México, Perú y Brasil, por lo que el enfoque que brindamos en esta nota es sobre los principales hallazgos generales.
“Los resultados son reveladores: los datos del mercado de la vivienda en el PIB en los países de ingreso bajo a medio suelen estar incompletos o ser inexactos. Los esfuerzos por medir la contribución de este sector a la economía se han centrado principalmente en los países desarrollados”, asegura Ernesto Castro-García, Vicepresidente de Área para América Latina y Caribe, en Hábitat para la Humanidad Internacional.
Según el informe, en los países se tiende a desestimar el componente general de servicios de vivienda, que incluye costos de alquiler, mantenimiento y servicios públicos, así como el valor equivalente asignado de alquiler de viviendas ocupadas por sus propietarios.
Como resultado, la vivienda contribuye más de lo esperado al PIB de las economías, con un promedio del 13,1 % del PIB en los países del informe, a la par de otros sectores como el de manufactura, que suele atraer mucha más atención en los planes de recuperación económica.
Además, es probable que la vivienda informal y los servicios de vivienda estén desestimados o del todo no se incluyan en los balances nacionales. Por sí sola, la vivienda informal podría contribuir entre un 1,5 % y 2,8 % adicional al PIB, si se contabiliza adecuadamente. Según el informe, con solo contabilizar el 50 % del sector informal, se estaría aumentando la contribución de la vivienda al PIB del 13,1 % al 14,6 % en promedio.
Importancia subestimada
Si bien las intervenciones en el sector de la vivienda pueden producir grandes efectos de estímulo económico y mejorarían las condiciones de salud de las familias, los gobiernos no las utilizan de manera prominente. Prueba de ello es que de los 196 países con respuestas económicas ante el COVID-19 analizadas por el Fondo Monetario Internacional, solo 22 naciones incluyeron explícitamente iniciativas de vivienda.
Ana Cutts, Directora de Hábitat para la Humanidad Argentina asegura: “Si bien está comprobado que las inversiones en vivienda saludable y segura tienen mayores beneficios que los esperados, debemos insistir en que sea una prioridad en los programas de gobierno y parte del plan de reactivación económica: se crea empleo, se generan ingresos y, en particular en esta época de pandemia, ayudarían a evitar el hacinamiento que hace que las comunidades sean más vulnerables ante el virus”.
Adicional a esos esfuerzos, los autores del informe recomiendan impulsar políticas de estímulo que, en cooperación con los sectores internacional y privado, se centren en las familias con ingreso medio y bajo y, a la vez, incluyan a los mercados formales e informales, a las viviendas de alquiler y a las organizaciones comunitarias.
Además, enfatizan acciones de corto plazo para poner a disposición terrenos adecuados para vivienda; abrir el acceso al financiamiento para desarrolladores, familias y propietarios; proporcionar subsidios equitativos a las familias; y ofrecer incentivos a entidades crediticias y constructores.
Título del informe:
Cornerstone of Recovery: How Housing Can Help Emerging Market Economies Rebound from COVID-19
Coautores:
Arthur Acolin, profesor adjunto de bienes raíces de la Universidad de Washington, y MarjaHoek-Smit, directora del Programa Internacional de Financiamiento de Vivienda del Centro de Bienes Raíces Zell-Lurie de la Escuela Wharton en la Universidad de Pensilvania.
Países analizados:
Perú, Brasil, México, Egipto, India, Indonesia, Kenia, Filipinas, Sudáfrica, Tailandia y Uganda.
Pertenece
al Centro Terwilliger de Innovación en Vivienda de Hábitat para la Humanidad.
Resúmen
Qué revela el informe que se publica hoy:
- La vivienda es un contribuyente mayor de lo esperado en el PIB cuando se contabilizan correctamente (se suma alquileres o mercado informal), con un promedio de más del 13 % en los países analizados.
- Los países no están al tanto de esto, prueba de ello es que de los 196 que han desarrollado una respuesta económica a la pandemia al Fondo Monetario Internacional, solo 22 países ( un 11 %) incluyeron explícitamente iniciativas de vivienda.
- Es necesario incluir el mercado de la vivienda en los planes de reactivación económica: brinda no solo beneficios económicos inmediatos, sino que a la vez ofrece mejoras en la salud pública al bajar los índices de hacinamiento y déficit de vivienda (que impactarían en la disminución de contagio del COVID-19).
- Por último, el estudio brinda propuestas concretas para incorporar la vivienda en la respuesta de los sectores público y privado ante la pandemia del COVID-19.
- Link al mensaje por el Día Mundial del Hábitat
- Link al Resumen en español Cornerstone of Recovery Report
- Link al Informe Cornerstone of Recovery_Oct. 2020
Contacto:
Hábitat para la Humanidad Argentina
Paula Celestino Ayala
Cel. 114-0908788
pcelestino@hpha.org.ar
www.hpha.org.ar