Sobre el diagnóstico realizado, que profundiza en las necesidades habitacionales y en el conocimiento de la población residente, Hábitat para la Humanidad Argentina lleva a cabo un programa de otorgamiento de créditos para mejoras de viviendas de familias. De esta forma, se busca incentivar la capacidad latente en la comunidad, optimizando los recursos existentes y trabajando asociadamente con distintos sectores para la mejora tangible de la realidad.
Como parte del trabajo con la comunidad, se desarrollaron una serie de talleres de diseño participativo basados en la metodología Passa, en los que fueron identificadas las principales necesidades.
Los riesgos y necesidades principales de las viviendas identificados por los participantes son los siguientes:
- Mejoras en techos y paredes: vital para que la vivienda sea un lugar de resguardo ante inclemencias del tiempo como fuertes tormentas. El riesgo de la vinchuca (transmisor del Mal de Chagas) es el otro riesgo asociado al tipo de construcción típica del lugar, y que es tenido en cuenta a la hora de planificar las mejoras.
- Necesidad de acopio de agua de lluvia “dulce”: las casas deben proporcionar una estrategia para juntar este tipo de agua que es la más preciada: la del lugar puede ser salada o contener arsénico. Por lo que las casas tienen techos y cisternas dirigidos a resolver este requerimiento. Los techos de barro o tierra típicos fueron reemplazados en muchas viviendas por techos de chapa, que permite canalizarla y almacenarla.
El proceso de información y charlas informativas sobre esta nueva etapa de acción se inició en julio: la postulación y la selección de las familias se realizó en base a su necesidad y su voluntad de involucrarse. A partir de agosto, 5 familias están iniciando las mejoras en sus casas, pero el alcance de lo proyectado es mucho mayor.
Las mejoras en las viviendas empiezan en paralelo con la construcción del edificio para el Centro Nanum Village.