Gracias a la iniciativa y al apoyo de P&G, Hábitat para la Humanidad Argentina transformó su proyecto de baños para sumarle la perspectiva en salud menstrual y beneficiar a 1350 personas.
Uno de los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones es testear su capacidad de innovación. Ésta no sólo les permite pensar en proyectos superadores, sino sortear las dificultades que día a día se enfrentan. En gran medida, su supervivencia depende de ello.
Al inicio de las conversaciones con P&G sobre el proyecto de Salud y Vivienda, y atendiendo al enfoque de género promovido por la empresa, Hábitat para la Humanidad Argentina identificó la gestión menstrual como un factor crítico y clave a su vez. Así es como acudió a su capacidad de innovación para sumar este enfoque a una metodología con la que ya contaba con amplia experiencia.
De esta manera, se incorporó un taller sobre salud menstrual durante la etapa de capacitaciones, nuevos elementos al set que hacen a una mejor gestión menstrual y, en paralelo, se llevó adelante una campaña de sensibilización que alcanzó a 725 personas del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Del botón al balde
El proyecto de reparaciones sanitarias tiene tres componentes: capacitaciones, set de materiales y acompañamiento socio-técnico. Un baño seguro repercute en la salud de los integrantes del hogar, impactando directamente en su día a día.
“Poder tirar la cadena y no un balde es un cambio enorme” es una de las frases que más se escuchan. Para las familias, este avance significa mucho. Significa que los niños y niñas pueden ir al baño sin tener que levantar baldes pesados, significa autonomía para ellos y tranquilidad para sus padres.
Este primer cambio suele conllevar un círculo virtuoso que impulsa a las familias a seguir transformando sus hogares. Empezando por mejorar otros aspectos del baño, muchas familias aprovechan los nuevos conocimientos y el dinero ahorrado.
En total, 170 familias participaron del proyecto de intervenciones sanitarias, asistiendo a los talleres y recibiendo su set de materiales para instalar en sus viviendas.
Salud menstrual
Entendemos salud menstrual como el estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedades o dolencias. La definición abarca tanto los aspectos del manejo de la gestión menstrual como otros factores que vinculan la menstruación con la salud, el bienestar, la igualdad de género, la educación, así como el empoderamiento de niñas y mujeres adolescentes y sus derechos.
El baño, por sus características, debería ser el espacio para la gestión menstrual. Según UNICEF, “se debe contar con un entorno propicio que contemple la disponibilidad y el acceso a agua segura, que los baños o letrinas cumplan con estándares definidos y que haya acceso a materiales para la menstruación es fundamental para tener una vida digna y para la realización de muchos otros derechos humanos”. La realidad para muchas familias es otra. Al tratarse de un tabú, durante la autoconstrucción de la vivienda, no se tiene en cuenta la necesidad de adaptar el baño a la gestión menstrual.
Por eso, al sumar este enfoque al proyecto de Salud y Vivienda queremos que las personas menstruantes puedan tener el espacio seguro que necesitan. Además, durante los talleres se busca derribar mitos para que el cuidado de la salud menstrual no sea un tabú.
Una alianza con futuro
El impulso de P&G modificó toda la metodología de reparaciones sanitarias. Habiendo terminado este proyecto, la empresa y Hábitat para la Humanidad Argentina ya confirmaron que continuarán trabajando juntos durante 2023 para que más familias puedan tener un baño seguro y para que más personas menstruantes puedan gozar plenamente de su salud menstrual.