El impacto de la vivienda en la salud de las personas es muy alto. Una vivienda inadecuada se traduce enfermedades e infecciones. Cerca del 90% de las muertes de niños y niñas producidas por enfermedades diarreicas están directamente relacionadas con el agua contaminada, la falta de saneamiento o una higiene inadecuada. En Argentina, se trata de una de las principales causas de mortalidad infantil.
A través del proyecto Salud y Vivienda, familias que viven en una situación de vulnerabilidad extrema pueden acceder a capacitaciones, herramientas y acompañamiento socio técnico para poder mejorar algún aspecto de su vivienda que repercutirá favorablemente en su salud y bienestar.
“El baño bien equipado nos cambió la vida”
En una primera etapa, las familias reciben capacitaciones sobre los impactos de la vivienda en la salud, medidas de cuidado y cómo instalar los elementos. Luego de las capacitaciones, se les hace entrega de los sets de materiales que varían según el tipo de reparación. Finalmente, se los acompaña social y técnicamente en el proceso de instalación.
Entre los distintos tipos de reparaciones, podemos encontrar sanitarias, riesgo eléctrico, pisos, techos, revoques, entre otros.
Enfoque en Salud Menstrual
Una de las innovaciones durante los últimos años fue la incorporación del enfoque de salud menstrual en el proyecto Salud y Vivienda, particularmente en las reparaciones sanitarias. La gestión menstrual debe mirarse desde una perspectiva integral, entendiendo que un baño adecuado es fundamental e impacta directamente en la salud de las mujeres.
Por eso, sumamos elementos al set de baños junto al acceso a la información a través de contenidos específicos de los talleres y campañas de concientización. La salud menstrual es un tabú y, desde Hábitat para la Humanidad Argentina, estamos decididos a que deje de serlo.