Hoy en día, seis de las nueve familias que alquilan en nuestro edificio Estela de Esperanzas* (La Boca, Buenos Aires) están conformadas por una mujer que es madre y jefa de hogar. ¿Qué implica ser “jefa de hogar”? Si bien el Instituto Nacional de Estadísticas no ofrece un concepto claro y delimitado, ya que el único requisito es que la persona jefa de hogar sea mayor de 15 años, entendemos que suele ser una combinación entre la responsabilidad en la
toma de decisiones y en el mantenimiento económico de los gastos de la vivienda y los miembros de la familia.
Las mujeres que alquilan en el edificio – a precio de mercado – provienen de un historial habitacional de obstáculos y conflictos. No sólo enfrentan las dificultades de acceso al alquiler con las que toda persona con recursos medios o bajos debe lidiar, sino que además la cuestión de género y la falta de equidad las posiciona como las personas más excluidas del mercado inmobiliario.
Esto se debe a que son ellas las que usualmente están a cargo de la crianza de sus niños/as, tanto en el caso de padres presentes como ausentes. Adicionalmente, son numerosos los casos en los que, aún con una sentencia judicial o un acuerdo de mediación, no perciben ningún ingreso de la cuota alimentaria para sus hijos/as. El principal motivo, sumado a la irresponsabilidad parental, se basa en que los trabajos suelen ser informales, “en negro”, por lo tanto no existe ante la ley ningún sueldo sobre el cual exigir el cobro.
No solo los gastos son mayores – y que cuando los hijos/as son menores, los enfrentan solas, sino que también la cantidad de tiempo dedicado a su cuidado y acompañamiento recae casi por completo sobre ellas. Como resultado, se reducen las oportunidades laborales a las que pueden acceder, lo cual a su vez impacta directamente en el sueldo que recibirán. Considerando estas realidades, iniciar un contrato de alquiler y cumplir con los requisitos de entrada (tres meses por adelantado, garantías, seguros de caución, gastos en firma de documentación, etc) eliminan casi por completo cualquier posibilidad real de acceder a un lugar adecuado y justo.
Por estos motivos, no queremos dejar de expresar el orgullo que nos genera ser testigos de los esfuerzos y luchas de estas mujeres. Cada madre debe poder alquilar de forma justa y en lugares adecuados para su familia. Estamos comprometidos en seguir buscando el camino para transformar el acceso al alquiler en una realidad para aquellos/as que hoy están excluidos/as de este mercado.
* El edificio Estela de Esperanzas fue construido en 2008 por HPHA, en el barrio de La Boca, donde había un conventillo en riesgo de derrumbe. Hoy alquilan temporalmente 9 familias que buscan superar condiciones habitacionales difíciles en CABA.