Vi-Lab sobre Inmobiliaria Social

¿Cómo lograr un modelo de Inmobiliaria Social con escala? 

En América Latina en general, y en Argentina en particular, la creciente inquilinización, combinada con altos niveles de informalidad laboral, genera que una parte importante de la población no acceda a una vivienda adecuada a través del mercado. Estas barreras de acceso dejan a muchas personas viviendo en lugares que no cuentan con condiciones mínimas de habitabilidad, pagando precios similares a los de un alquiler formal. Así, se crea un mercado no regulado que mueve mucho dinero sin satisfacer las necesidades de quienes lo habitan. 

Desde Hábitat para la Humanidad Argentina venimos trabajando esta problemática desde hace ya muchos años. Primero, a través de nuestro proyecto Estela de Esperanzas, que permite a familias con historial de viviendas inadecuadas acceder a una alquiler formal. Luego, y partiendo de esta experiencia exitosa, emprendimos un arduo trabajo de incidencia para contribuir a generar cambios sistémicos. 

Un ViLab de experiencias exitosas 

Junto a la Plataforma UHPH y la Red de Innovación Local (RIL), llevamos adelante un Laboratorio de Vivienda con el objetivo de sensibilizar y movilizar sobre la necesidad de ampliar el acceso a la vivienda a través del alquiler social, específicamente con un modelo de Inmobiliaria Social. 

Durante el encuentro, se compartieron modelos exitosos que pueden servir como puntapié para la construcción de un programa escalable en Argentina. El mismo fue moderado por Fernando Álvarez de Celis, director ejecutivo de Fundación Tejido Urbano. 

El primero de ellos fue el mencionado proyecto Estela de Esperanzas. Durante la presentación, destacamos el nivel de compromiso de los inquilinos. “La morosidad es baja, similar a la del mercado formal, y las familias valoran tanto el acceso a una vivienda segura que el alquiler se convierte en prioridad”, explicó Mónica Gallegos, responsable de Incidencia. 

El Fondo Inmobiliario Comunitario para el Alquiler (FICA), de Brasil, adquiere y gestiona inmuebles, además de diseñar soluciones específicas como vivienda estudiantil, programas para personas en situación de calle y alquileres compartidos. Este modelo combina donaciones, inversión social y cesiones de inmuebles. Desde FICA pusieron especial énfasis en el acompañamiento social. “Para que los inquilinos puedan lograr independencia financiera, es fundamental ofrecer una gestión social”, comentó Simone Gatti, presidenta del Fondo. 

Santiago Mendía, del Affordable Housing Institute (AHI), una consultora de impacto sin fines de lucro dedicada a mejorar los ecosistemas de vivienda asequible en todo el mundo, resaltó el desafío de las inmobiliarias sociales: “Éstas deben ser financieramente sostenibles y socialmente transformadoras”. 

Desde Chile se presentó el proyecto municipal Innova Recoleta que, a través de una Inmobiliaria Popular, ofrece vivienda en alquiler accesible a distintas poblaciones en situación de vulnerabilidad. Su director ejecutivo, Alberto Pizarro, comentó: “Parece muy complejo arrendar a familias, pero es una gran oportunidad para los municipios”. 

Siguientes pasos 

Éstas son solo algunas de las experiencias de alquiler social que existen en nuestro continente. Sus resultados exitosos y aprendizajes son una hoja de ruta para diseñar una Inmobiliaria Social en Argentina que pueda tender un puente entre una demanda insatisfecha y una oferta vacante y no explorada. 

Es por eso que, durante las próximas semanas, estaremos trabajando con expertos del ecosistema de la vivienda y gobiernos locales en Talleres Estratégicos para cocrear soluciones innovadoras. 

Mirá el webinar completo acá. 

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