Aldea Global: 30 años tendiendo puentes

Aldea Global es un programa de Hábitat para la Humanidad Internacional que brinda la oportunidad de vivir una experiencia dentro de otra cultura, trabajando junto a personas en necesidad de una vivienda. En el 2019, este programa cumple 30 años uniendo a voluntarios que junto a familias mejoraron sus hogares en más de 40 países en todo el mundo.

 

Los voluntarios han contribuido a más de 9 millones de horas de voluntariado en sitios de construcción, proyectos comunitarios, restauraciones de Hábitat o abogando por la misión. Su pasión por el acceso a viviendas asequibles ha tocado las vidas de millones de familias y, del mismo modo, estas familias han tocado las vidas de quienes trabajaron con ellas. Este sentimiento está en el centro de la misión de la Aldea Global.

 

Aldea Global en Argentina

No importa el idioma, ni el frío ni la lluvia. Cuando los voluntarios llegan a Buenos Aires están de acuerdo en una cosa: poner amor en acción para que una familia pronto pueda vivir en su nueva casa.

 

Con esta actitud, durante diez meses del año recibimos en Hábitat para la Humanidad Argentina a grupos de voluntarios extranjeros que vienen a construir tanto al Barrio Los Ceibos (Partido de La Matanza) como a El Saladero (Ing. White, Bahía Blanca). Ellos donan su tiempo, energía y recursos y ponen lo mejor de sí para impulsar el cambio de vida de las familias que eligieron este camino a través de una casa adecuada y segura.

 

En su viaje de 10 días, invierten la mayor parte del tiempo compartiendo jornadas de 7 horas en las que se llevan a cabo distintos tipos de tareas. Construyen codo a codo con los dueños de casa y sus hijos, con los vecinos que pasan a saludar y se van generando amistades que no conocen barreras culturales.

 

Hay miles de cosas hermosas que pasan durante estos intercambios: en general los voluntarios no hablan español y las familias no hablan inglés, sin embargo siempre encuentran la manera de comunicarse y compartir. Las despedidas son entre abrazos, lágrimas y promesas de seguir en contacto, que se cumplen con mensajes de celular o por redes sociales. Vínculos unidos por vivencias que duran para siempre.

 

Los invitamos a leer una nota de Karen Foreman, pionera del Programa, sobre los inicios de Aldea Global.

+ Info: brigadas@hpha.org.ar

 

Hoy se lo que es Hábitat. A pesar de que he trabajado en Hábitat durante dos años y medio, no fue hasta hoy que realmente entendí de qué se trata.

Según lo prometido, Gabo se aseguró de que me asignaran la colocación de ladrillos en la pared exterior. Nos trajo junto con Ramón, que había establecido las cuerdas para mantener el nivel de ladrillos. Por alguna razón, Ramón piensa que yo hablo español y comenzó a hablar conmigo.

Nos pusimos a trabajar colocando los ladrillos comunes más pequeños encima de la base. Primero, aproximadamente 4 paletas de cemento sobre la base. Luego coloque cuidadosamente un ladrillo encima del cemento sin tocar la cuerda. Presione suavemente el ladrillo hacia abajo en el cemento hasta que quedó al nivel de la cuerda. Hacerlo de nuevo y colocar el siguiente ladrillo a un dedo de distancia del ladrillo anterior. Hacer las cosas bien es extrañamente satisfactorio. Pones unos ladrillos y luego Ramón viene a inspeccionar tu trabajo. A veces hace un pequeño ajuste. A veces levanta el ladrillo y ajusta la cantidad de cemento o mezcla y restablece el ladrillo. Y a veces, mira y dice “bueno” o “está bien”. Esta mañana obtuve 4 “buenos” y 3 “de acuerdo”. Hoy entendí lo que es experimentar Hábitat. A miles de kilómetros de casa, una simple afirmación de un hombre simple y trabajador me alegraba el día.

James Monnier – Voluntario
Senior Development Officer
Habitat for Humanity

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