Desde Hábitat para la Humanidad Argentina creemos que el trabajo en conjunto es fundamental para transformar realdiades. Por eso, junto a Rotoplas llegamos al barrio Los Grillos de Pilar para llevar adelante nuestro proyecto Salud y Vivienda que permite a familias en situación de vulnerabilidad contar con los conocimientos, materiales y acompañamiento necesarios para poder mejorar su vivienda.
Con el apoyo local de la organización Unidos x San Francisco, los vecinos y vecinas participaron en distintos ciclos: baños adecuados, tanques de agua y biodigestores. De esta manera, trabajamos de manera integral el agua y saneamiento de Los Grillos.
Sobre Los Grillos
El barrio se encuentra en la localidad de Pilar, rodeada por barrios cerrados que son una de las principales fuentes de trabajo para los vecinos y vecinas. De acuerdo a los datos del ReNaBaP, en el barrio viven más de 1200 familias quienes, en su mayoría, no cuentan con una conexión formal a la red de agua ni cloacas.
Para obtener agua, los hogares cuentan con bombas de pozo. Sin embargo, para el consumo, intentan comprar agua embotellada, tanto para beber como para cocinar. A su vez, al no contar con tanques, llenan baldes para la higiente personal.
La falta de un sistema de saneamiento adecuado se traduce en calles contaminadas, con fuertes olores y moscas. Esto las vuelve más peligrosas, especialmente para los niños, niñas y adolescentes.
Agua y Saneamiento integral
En 2022, llegamos junto a Rotoplas al barrio Los Grillos con el objetivo de llevar adelante intervenciones sanitarias. Con el transcurso del proyecto, notamos la necesidad de ir más allá e intervenir en la gestión del agua y saneamiento del barrio.
Por eso, empezamos a trabajar con tanques de agua y biodigestores, permitiendo una abordaje integral. Para muchas familias, el acceso a estas tecnologías está restringido por la falta de recursos y oportunidades.
Poder contar con un baño y una reserva de agua tranjeron cambios en los hábitos de higiene automáticos. Esto repercute directamente en la salud de los hogares.
Para el trabajo con biodigestores, se tomó le decisión de trabajar por cuadra. De esta manera, las consecuencias fueron mucho más notorias: zanjas limpias y libres de olores. A su vez, revitalizó a la comunidad, impulsando a los vecinos y vecinas a motivarse unos a otros para poder instalar los biodigestores.